lunes, 25 de enero de 2010

Alturas de Macchu Picchu - Pablo Neruda

Sube a nacer conmigo, hermano.

Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.

Dadme el silencio, el agua, la esperanza.

Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.

Hablad por mis palabras y mi sangre.

Pablo Neruda (Chile, 1904 - 1973)

domingo, 24 de enero de 2010

"EROS, PODER Y EL RACISMO CORDIAL: ASPECTOS DE

Walter Boechat


Médico psiquiatra, Analista junguiano, graduado en el Instituto C. G. Jung de Zurich, Zuiza, PHD del Instituto de Medicina Social / UERJ, Miembro Fundador de la Associação Junguiana do Brasil- AJB, Especialista en Medicina Psicosomática (IMPSIS/RJ), También miembro de AGAP, y de la International Association for Analytical Psychology (IAAP). El presente trabajo fue presentado durante el V Congreso de Psicología Junguiana, celebrado en Santiago de Chile, del 4 al 8 de septiembre de 2009, E-mail: boechatw@uol.com.br


Traducido del portugués por Juan Carlos Alonso


RESUMEN

El trabajo es un estudio de un aspecto del racismo particular de la cultura brasileña. El autor lo califica racismo cordial tomando prestada la denominación del sociólogo Sérgio Buarque de Holanda (1999). La expresión racismo cordial (Periódico Folha de S. Paulo, 1998) se refiere a un prejuicio típico de la sociedad brasileña. Está insertado en el inconsciente cultural brasileño como importante complejo cultural (Singer y Kimbles, 2004). Ese complejo puede ser definido como un estereotipo cultural (Vannoy Adams, 2005) del señor blanco, el esclavo y toda la ambivalencia que él encierra: el máximo poder de la tortura y posesión del cuerpo del otro para trabajo esclavo con el Eros concomitante de la atracción sexual y mestizaje racial. Este estereotipo cultural condiciona de forma sutil las relaciones de clase en Brasil, fuertemente marcada por la desigualdad social y concentración del ingreso. El autor propone también la denominación Persona Racial para constelaciones de la Persona fuertemente marcadas por características físicas raciales. Juzga la caracterización de esas constelaciones importante en sociedades multiculturales como la brasileña y a de América Latina como uno todo. Ningún pueblo que haya sufrido eso [el periodo de la esclavitud] como su rutina diaria a través de siglos, saldría de ella sin ser marcado indeleblemente. Todos nosotros brasileños, somos de la misma carne de aquellos indios y negros torturados. Todos nosotros brasileños somos, de la misma forma, la mano posesa que los torturó. (Darci Ribeiro,1995, p. 120).

1. INTRODUCCION

Cuando el grupo junguiano de Brasil estaba comenzando a formar su primera sociedad de la IAAP en 1978, tuvimos la visita de Adolf Guggenbühl-Craig. Aunque hayan pasado treinta años, puedo que aún acordarme bien de los días que pasamos en Río de Janeiro. Paseando en coche, cerca a la playa, él me dijo: “es bastante comentada en el exterior la conocida ‘democracia racial’ de Brasil. Mirando esas playas plagadas de ustedes, donde todos pueden ir, sin ningún lugar particular o privado, recuerdo algunos espacios públicos de Zúrich donde las personas tienen que pagar para entrar. Se puede ver en esas playas, como las que vemos ahora, a blancos, morenos y negros, todos juntos. Pero si usted fuera a restaurantes, usted notará un ‘blanqueamiento’ de la atmósfera a medida que va a lugares cada vez más caros. Si usted fuera a lugares más baratos verá, al contrario, un ‘oscurecimiento’ del ambiente, usted ve más personas negras”.

Es verdad que en Río de Janeiro, una ciudad de gran proporción de población de color, se encuentra raramente una persona negra en ambientes más caros. También en la universidad particular donde enseño, la presencia de estudiantes de color es pequeña. También eso es verdad en mi clínica particular. Sin embargo, observando la clínica social que el Instituto Junguiano de Río de Janeiro mantiene, se puede notar una mayor frecuencia de pacientes negros. Todo eso confirma un hecho ampliamente demostrado por estadísticas (1): el problema del color en Brasil es en verdad un problema de clases sociales. Discutiré ese problema a partir de sus implicaciones históricas y sociológicas.

Hay tres puntos principales que discutiremos:

1. Que Brasil tiene una gran proporción de población negra o mestiza, es un hecho sabido. Lo que no es generalmente reconocido o admitido es que esa población tiene una amplia contribución a la cultura brasileña y a su identidad como nación.

2. La importancia de la definición en una sociedad multicultural como la brasileña de una entidad que nosotros llamamos Persona Racial. Como se sabe, Jung define Persona de forma sintética: La Persona es un complicado sistema de relaciones entre la conciencia individual y la sociedad, de forma ideal un tipo de máscara organizada para, de una parte, dar una impresión definitiva en los otros y, de otra parte, esconder la verdadera naturaleza del individuo. (Jung 1928, para. 205)

Persona Racial es un concepto derivado de Persona: comprende la totalidad de características raciales que delinean la apariencia externa del individuo, es decir, la coloración de la piel, la textura del cabello, la anchura de la nariz y otras características. La Persona Racial tiene gran importancia en la inserción social del individuo en situaciones como el mercado de trabajo, la posición que ocupará en la pirámide social y aún, en la elección de la pareja amorosa.

3. Cuando investigamos a un país o región debemos siempre tener en consideración su inconsciente cultural (Henderson), sus estereotipos y sus imágenes estereotipadas. (Vannoy-Adams). Investigaremos algunos estereotipos de la cultura brasileña como realmente importantes en la configuración de una identidad nacional.

Empleo aquí la expresión inconsciente cultural siguiendo Joseph Henderson (1990), como el segmento del inconsciente colectivo perteneciente a una nación o grupo social. Creo que ese concepto es céntrico cuando estudiamos la psicología de la cultura.

Los términos estereotipos e imágenes estereotípicas fueron empleados por Michael Vannoy-Adams en el sentido de definir patrones e imágenes específicas de determinadas culturas que definen formas típicas de su comportamiento (Adams, 1996, 2005).

2. EL PAPEL DEL MESTIZAJE EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD BRASILEÑA

Desde el periodo colonial la población brasileña se organizó con el mestizaje de diversas razas. La historia de Brasil es una saga de mezclas de diversos pueblos y diversas razas a través de un fuerte mestizaje. Ocurrió en ese país una situación bien distinta de América del Norte, en donde familias enteras migraron para el nuevo mundo. Allá, se produjo una fuerte influencia del calvinismo en familias razonablemente bien organizadas, como lo fueron aquellas del navío Mayflower. En el caso brasileño, navegantes solitarios llegaron a las nuestras costas, muchos de los cuales no divisaban mejores oportunidades de trabajo en Portugal ni en otros lugares de Europa, otros venían de las prisiones, los llamados degradados. El fuerte mestizaje de los navegantes solitarios con los indígenas habitantes locales ocurrió desde el inicio. Podemos decir, repitiendo Darci Ribeiro, que la Gran Madre original de todos los brasileños es una india (2), el arquetipo de la gran madre de Brasil

En el comienzo del periodo colonial la mezcla racial se configuró en el lenguaje cotidiano de los brasileños. El portugués no era el lenguaje de la colonia, pero el nhengatu, hablado al este y al norte y el banhenhén, dialecto del sur. Ambas lenguas son dialectos, una extraña mezcla del tupi-guarani de los indios de la costa con el portugués de Portugal. Es importante recordar, aunque pocos sepan de eso, o si lo saben, buscan ignorarlo, que esos dialectos indígenas permanecieron como las lenguas más habladas no por poco tiempo, pero dominaron en la población hasta fines del siglo XVIII! (Ribeiro, 1995, p. 120, 121). El fuerte mestizaje racial se manifestaba hasta en la manera de hablar de los brasileños.

Sabemos que los indios no fueron una fuente adecuada para el trabajo esclavo de los colonizadores, que se rebelaron, que huyeron para el interior de los grandes bosques o que murieron miles, muertos por nuevas enfermedades que no podían resistir. Fue entonces que comenzó la terrible experiencia del transporte de seres humanos de varias naciones de África para que se sometieran al trabajo esclavo en Brasil, en las plantaciones de caña de azúcar en el norte y en las minas de oro en el centro del país. El tráfico sistemático comenzó a fines del siglo XVI y sólo vino a terminar en 1895! La esclavitud sólo fue abolida por decreto en 1888. Brasil se convirtió así en la última nación en el occidente civilizado en abolir la esclavitud.
El papel de los indios, mestizos mulatos y negros en el proceso civilizatorio en general es dejado de lado. Pero el papel importante de esas etnias en la construcción de una identidad cultural del pueblo brasileño es demasiado vital para ser olvidado.

Los aspectos históricos mencionados son fundamentales para entender porqué Brasil tiene un prejuicio racial muy peculiar, diferente del prejuicio anglosajón. Podríamos decir que podemos percibir dos tipos de racismo, un racismo anglosajón y un racismo latino. El racismo anglosajón tiene un carácter más definido, separa personas y lugares. La palabra Apartheid significa separación. Debemos recordar que Martin Luther King enfrentó la cuestión de los lugares separados para negros en autobuses y en los espacios públicos. En Brasil la sombra del prejuicio racial aparece disfrazada, de la mano con el prejuicio social, como demostraremos a continuación. De hecho, el carácter básico del racismo brasileño es que no está basado en el origen de la persona, sino en el color de su piel. Eso hace que un racismo no admitido se convierta en un elemento céntrico en la sombra colectiva del inconsciente cultural brasileño.

3. RACISMO DEL PASADO, RACISMO EN LA ACTUALIDAD

El antropólogo Darci Ribeiro trae la cuestión del período esclavista en Brasil a nuestra cotidianidad con una interpretación histórica desafiadora, yo diría que una interpretación junguiana, que demuestra las idiosincrasias del inconsciente cultural brasileño:

Ningún pueblo que pasó por eso [el periodo esclavista] en su rutina diaria a través de siglos podría salir de eso sin ser marcado indeleblemente. Todos nosotros brasileños, somos la misma carne de aquellos negros e indios torturados. Todos nosotros brasileños somos, de manera igual, la mano posesa que los torturó. La suavidad, docilidad y la crueldad más atroz se conjugaron para hacer el pueblo sufrido y triste que somos, y también el pueblo insensible y brutal que somos también nosotros. Descendientes de esclavos y señores de esclavos, seremos siempre siervos de la malignidad destilada e instalada en nosotros....... El lado más terrible de nuestra herencia es siempre cargar con nosotros la cicatriz del torturador impresa en nuestra alma lista a explotar en su brutalidad clasicista y racista. (Ribeiro, 1995, p. 120).

Esta es realmente una interpretación psicológica de la permanencia del periodo esclavista en el inconsciente cultural brasileño, después de más de tres siglos de esclavitud y sólo poco más de un siglo después de su abolición. La imagen del par esclavo sufridor y del señor sádico debe ser considerada una importante imagen estereotipada del inconsciente cultural brasileño. Ese estereotipo está presente, juzgo yo, en la estructura piramidal de las clases sociales en Brasil.

El periódico Folha de S. Paulo promovió una encuesta detallada para evaluar la presencia del racismo en la población brasileña. La investigación incluyó todos los niveles sociales y comprendió todos los colores de piel, desde blancos, mulatos, indios y negros, y también todas las clases sociales. Esas diversas categorías fueron nombradas específicamente y evaluadas de forma específica. Ese importante trabajo apareció en forma de un pequeño libro, Racismo Cordial (Hoja de S. Paulo, Datafolha, 1998).

Ese curioso nombre dado al racismo brasileño, racismo cordial, deriva de la noción de cordialidad que el etnólogo Sérgio Buarque de Holanda desarrolló en su importante libro, Raíces de Brasil (Holanda, 1936/1999).

Según Holanda, “La contribución de Brasil para la civilización será la cordialidad. Nosotros daremos para el mundo el hombre cordial”. (Holanda, 1936/1999, p.146). Pero para el autor, sería un error entender la cordialidad meramente como buenas maneras y civilidad. Según él, la palabra cordial debería ser entendida según su sentido etimológico preciso. La palabra cordial incluye algo de coercitivo y puede expresarse en mandamientos y sentencias. Según Holanda en algunas culturas, como la japonesa, eso aparece como forma religiosa, en el sentido devocional xintoísta. Holanda afirma que el brasileño está lejos de tener una noción ritualística de la vida, siendo cordial y colocando el interés privado por encima del público.

Escribe Holanda:

...la cortesía es, de algún modo, organización de defensas ante la sociedad. Se detiene en la parte exterior, epidérmica, del individuo....pudiendo servir, cuando es necesario, de pieza de resistencia. Equivale a un disfraz, que permitirá a cada quien preservar intactas su sensibilidad y sus emociones. (Holanda, 1999, p.147)
El texto de Sérgio Buarque de Holanda, escrito en 1936, pertenece a su libro Raíces de Brasil, obra obligatoria para el estudio de la etnología y cultura brasileñas. El texto citado es una verdadera joya de trabajo psicológico, una esmerada descripción de un estereotipo en el inconsciente cultural de Brasil, la persona del hombre brasileño y su así llamada cordialidad operando como defensa, ocultando sus sentimientos reales.

Comenzamos a entender mejor porque la Folha de S. Paulo tituló su investigación Racismo Cordial, expresión que adoptamos también para nuestro trabajo. Conociendo las implicaciones y contradicciones que el término cordial contiene, podemos tener una mejor idea de un disfraz para la violencia, rechazo, odio, actitud superior y principalmente, la falta de apertura a la igualdad de oportunidades para trabajar con mejor salario y una mejor educación en las universidades para negros y mulatos en Brasil.

4. CLASE SOCIAL Y PREJUICIO DE COLOR EN BRASIL

De manera bastante frecuente se hace extremadamente difícil para un negro adquirir un patrón de vida más elevado en Brasil. Cuando eso ocurre, acontece una especie de milagro: la persona de color se hace blanca o, para expresarlo de forma más clara: él es considerado blanco o se percibe como blanco.... Hay una extraña conexión entre el color de la piel y la clase social en Brasil, mejor dicho, entre prejuicio racial y prejuicio de clase.

El sistema social muy estratificado, en el cual la posición social tiene muy a ver con el color de la piel, tiene sus orígenes ya en la época de la abolición de la esclavitud. Por esa época, Brasil tenía una economía predominantemente agraria. Los señores de esclavos, eran los propietarios de tierra y ellos sabían que la abolición no traería grandes cambios en las relaciones sociales y que ellos continuarían reteniendo el poder. Los abolicionistas, al contrario, tenían una visión más näif a ese respeto y recogían profundas transformaciones sociales. Los señores blancos tenían el monopolio del poder económico, político y social. Las capas más bajas de la sociedad estaban compuestas por personas de color recientemente liberadas, indios y algunos blancos. Por lo tanto el sistema social estratificado existía ya en esos tiempos y obedecía a un patrón étnico rígido. Por lo tanto, aún después de la abolición de la esclavitud, el sistema estratificado étnico no dependía de la esclavitud para existir (3).

El medio millón de esclavos que fueron liberados en 1888 entraron en un sistema social multiracial complejo en el cual el arquetipo de la persona adquirió una tonalidad particular que estamos conceptuando como la persona racial. No podemos olvidar que Brasil, y América Latina de forma general, nunca fueron desde su fundación, una sociedad bi-racial como Estados Unidos o Sudáfrica. Desde sus inicios la población sufrió alto grado de mestizaje, como ya fue mencionado. Desde el punto de vista del fenotipo, la sociedad multirracial admite todos los grados de coloración de la piel, variando entre el caucasiano europeo, el brasilíndio, la población de raza amarilla y el negro. El color de la piel, la textura del cabello y otras características físicas, es decir, la Persona Racial podría ayudar, en cierta medida, a los esfuerzos del individuo para subir en la pirámide social. Los mestizos parecen tener una Persona Racial que los hace más aptos en su movilidad en la escala social (4). Como dice un cínico dictado popular brasileño: “el dinero clarea.....” (Skidmore, 1989, p. 55). En Brasil, cuando la persona se hace relativamente rica y sube en la escala social, su piel, como si fuera un milagro, clarea.

Considerando la persona racial de un brasileño de clase media, podríamos decir los mulatos y mestizos, son responsables por la así-llamada democracia racial de Brasil. La capacidad de movilidad en la escala social depende ampliamente del color de la piel. Aquellos con una persona racial de un negro puro tienen menos oportunidades de movilidad en la escala social.

Es sorprendente percibir cómo el grupo étnico, hasta cierto punto puede tornarse más un atributo de la clase social que del color de la piel! Recientemente el conocido jugador de fútbol Ronaldo fue entrevistado por el semanario Veja sobre los constantes eventos racistas en juegos de fútbol en Europa. Ronaldo respondió que estaba muy triste con esos acontecimientos, pero, en sus palabras “ como blanco, yo no estoy directamente afectado por esos ataques racistas, pero puedo muy bien comprender el sufrimiento de mis amigos” (5) . Ronaldo es un mestizo de piel oscura. En su caso, un fenómeno muy común en tierras brasileñas sucedió: La percepción del color de la piel aparece asociada a la clase social. Ciertamente Ronaldo Nazário admitiría ser un mestizo antes de hacerse famoso, cuando era un niño pobre en el distrito de Bento Ribeiro, en Río de Janeiro. Después de hacerse campeón del mundo en 1994 en Estados Unidos con sólo 18 años, se hizo un multimillonario jugando en los equipos profesionales de Italia y de España. Para el consenso general, él ya no es mulato.

Otro ejemplo interesante de confusión entre color de la piel y clase social, es relatado por Meira Penna (6), demostrando que esa cuestión se remonta a los tiempos coloniales:

Henry Koster, un viajero inglés en Brasil durante el siglo XIX se quedó sorprendido al ver un mulato ocupando el alto puesto de capitán; él entonces oyó la siguiente explicación: “Sí, originalmente él era un mestizo, pero ahora como capitán, él no puede ser otra cosa sino un blanco”.

5 . ADOPCIÓN Y RACISMO CORDIAL.

En el sudeste de Brasil, lugar donde trabajamos, ocurre un fenómeno importante desde el punto de vista del racismo cordial al cual estamos aludiendo. Es común en algunas familias pudientes, que en casos de infertilidad, busquen adoptar hijos en la región sur del país, donde hubo en el pasado intensa inmigración italiana y alemana. La posibilidad de adopción de descendientes de raza europea es mayor en esos casos. Pero eso no siempre sucede y es frecuente la adopción involuntaria de niños mestizos o negros. La persona racial diferente de la esperada sólo es reconocida años después de la adopción de bebés, pues, como se sabe, el bebé tiene un color aún indiferenciado durante los primeros años. Se puede imaginar el efecto devastador que tales situaciones pueden traer en las relaciones padres y hijos y las emociones de amor/desamor y rechazo inconsciente.

Cuando el color, en general mestizo, se manifiesta, la reacción más común que encontramos es la defensa de negación de la identidad racial del niño, lo que se vuelve una cuestión más difícil de abordar que el mismo hecho de la adopción en sí. El niño adoptado generalmente es informado de forma natural y objetiva sobre su origen. Sus padres adoptivos son orientados por terapeutas o consejeros sobre cómo abordar esa cuestión. Los padres adoptivos se declaran tan pronto como sea posible, afirmando que la madre biológica no tuvo condiciones de mantener el niño, pero que ellos, como padres adoptivos lo aman profundamente.

De forma sutil y poco percibida, el racismo cordial se hace presente y el niño tiende a creerse blanco como los padres. Esa persona racial forzada, construida a partir de deseos no verbalizados de los padres, es un elemento fuerte para identificarse el niño con los padres adoptivos, sintiéndose como si, de hecho, perteneciera a la familia de adopción.

Pero cuando la socialización comienza en el colegio y con los amigos más próximos, la falsa persona crea una tensión en los grupos sociales muchas veces difícil de soportar. Aparecen crisis serias de identidad que pueden interferir en la organización del ego del niño para toda una vida.

Un ejemplo de esta constelación fue la de cierto paciente de 50 y pocos años, en análisis bajo mi orientación. Resolvió adoptar un hijo por tener una hipospermia y por su mujer haber presentado endometriosis grave. De parte de ambos, por lo tanto, había infertilidad. El paciente es ítalo-descendiente, de color claro y la esposa rubia. La decisión de adoptar un niño en el sur, y después una niña, en el mismo lugar consteló el complejo cultural del racismo cordial en padres e hijos. El paciente tiene excelente posición profesional y financiera, y buscó proporcionar a sus hijos los mejores colegios y la mejor educación. La convivencia con la clase alta brasileña colocó a los hijos oscuros en conflicto. Estando ambos ya en la franja de los 20 años, esos problemas se presentaron como muy severos. El muchacho desarrolló una neurosis grave, con trastornos de carácter y alcoholismo. La niña decía tener los cabellos de textura y color como los de la madre, aunque tuviera cabellos y apariencia mestiza. Sus amigas secretamente se reían de ella y la aislaron de la vida social. Después de estar estudiando derecho en la mejor facultad particular de la ciudad, abandonó súbitamente los estudios y realizó viaje por Europa yendo después fijarse en un país extranjero, afirmando que estudiaría culinaria. Mi paciente se declaraba abierto en cuestiones raciales y del prejuicio de clase social. Pero él y toda su familia fueron tomados de forma avasalladora por el complejo cultural del racismo cordial. Entró en profunda depresión y crisis existencial, las cuáles le llevará tal vez años para elaborar.

6. EL BLANQUEAMIENTO DE LA RAZA

El peculiar prejuicio de color en Brasil incluye una fantasía poderosa: el llamado blanqueamiento de la raza (7). De acuerdo con brasilianista norteamericano Thomas Skidmore (1974/1989) la élite brasileña estaba grandemente influenciada por ideas racistas europeas y deseaba el blanqueamiento de la raza desde el siglo XIX.

La tesis del blanqueamiento afirmaba que a través de entrecruzamento continuo de blancos con negros, los genes blancos, siendo más fuertes, predominarían sobre los genes de la raza negra, llegando a producir una generación blanca después de varias generaciones de mestizos. La sociedad brasileña alcanzaría entonces una pureza étnica a través del mestizaje, no por separación o exclusión!

Esas fantasías racistas no ocurrieron en ningún otro lugar, habiendo sido mantenidas por parte de la intelectualidad brasileña entre 1889 hasta 1930, y fueron presentadas en formato científico por el etnólogo brasileño João Batista de Lacerda en el 1º Congreso Universal de Razas, en Londres, 1911 (8).

La idea alquímica del blanqueamiento de la raza fue polarizada por otro movimiento teórico que comenzó en 1930: la antropología cultural y sincretismo cultural liderado por Gilberto Freyre y otros importantes etnólogos. El argumento de Freyre era que ambiente y cultura eran el factor principal. Con el surgimiento del Nazi-Facismo en Europa la perspectiva cultural probó ser la correcta. Las antiguas ideas del blanqueamiento de la raza desaparecieron pero permaneció en el inconsciente cultural el estereotipo anacrónico de la inferioridad de grupos no-blancos: los negros podrían llegar a la realización social sólo a través de los deportes y de la música, y no a través de profesiones académicas.

7. CONCLUSIONES FINALES

El inconsciente cultural brasileño presenta una polaridad que la psicología analítica considera de lo más peligroso: la disociación de contenidos psíquicos. En el caso brasileño y tal vez de América Latina como un todo, el propio prejuicio racial se encuentra disociado y recalcado. Las culturas que presentaron un racismo abierto en el pasado tuvieron finalmente líderes anti-racistas libertarios como Martin Luther King en Estados Unidos y Nelson Mandela en Sudáfrica. Esos líderes lideraron los grupos reprimidos en el camino de encontrar una existencia significativa en sociedad.

Pero en Brasil, como el sociólogo Florestan Fernandes dijo una vez: “el brasileño tiene vergüenza de tener prejuicio”. O podríamos decirlo de manera psicológica: el brasileño tiene enorme dificultad en hacerse consciente de su prejuicio racial, porque él está profundamente disociado en el inconsciente cultural. El resultado de esa disociación es una energía tremenda entre la persona sofisticada del hombre cordial y su racismo cordial, una sombra de odio, actitud superior y desprecio sutil con el que permanece abajo, en la pirámide social.

martes, 19 de enero de 2010

Frases de George Washington

Si en algo tienes tu reputación, procura que tus compañeros sean personas distinguidas, pues vale más estar solo que mal acompañado.

Todo hombre que se conduzca como buen ciudadano debe ser protegido para que pueda adorar a la divinidad según los dictados de su propia conciencia.

Esforzáos por mantener viva en vuestro pecho esa chispa de fuego celestial llamada conciencia.

Sé cortés con todos, pero íntimo con pocos. y prueba muy bien aquellas intimidades antes de entregarles tu completa confianza.

Cuando hables de Dios o de sus atributos, hazlo con toda seriedad y reverencia.

Cuando un pueblo se ha vuelto incapaz de gobernarse a si mismo, está en condiciones para someterse a un amo, poco importa de donde proceda éste.

Espero tener siempre suficiente firmeza y virtud para conservar lo que considero que es el más envidiable de todos los títulos: el carácter de Hombre Honrado.

La libertad, cuando empieza a echar raíces es una planta de rapido crecimiento. Libertad

Estar preparado para la guerra es uno de los medios más eficaces para conservar la paz. Paz

No trates de hacer lo imposible, pero cumple siempre tu promesa


George Washington (Estados Unidos, 1732 - 1799)

Hijo de un rico hacendado que murió cuando él aún era un niño, fue educado por su hermanastro Lawrence. Por mediación de éste a los dieciséis años, entró al servicio de un poderoso terrateniente de Virginia, para quien trabajó en las mediciones y parcelaciones de tierras de Shenandoah. En 1752, al fallecer Lawrence, heredó la hacienda de Mount Vernon, pero no pudo dedicar mucho tiempo a su administración. Ese mismo año ingresó en uno de los distritos militares de Virginia y en 1753, cuando contaba veintiún años, se le encomendó la misión de conminar a los franceses para que cesaran en sus incursiones en el valle del río Ohio. A pesar del poco efecto del ultimátum, el carácter disciplinado y perseverante de Washington, quien realizó una marcha de más de mil kilómetros en invierno para entregarlo, le valió el ascenso a teniente coronel en 1754. Como tal estuvo al frente de la defensa de los obreros en el mismo valle, en el curso de la cual, bloqueado por los franceses en Fort Necessity, se vio obligado a rendirse, en un episodio que sería el detonante de la guerra de los Siete Años. Al sentirse discriminado respecto a los oficiales coloniales, en 1755 se unió a las tropas del general Braddock como ayudante de campo y, a la muerte del general, fue designado comandante en jefe de las milicias de Virginia, con las que defendió la frontera de los ataques de indios y franceses. En 1758 se retiró del ejército, casó al año siguiente con la viuda Martha Custis y se dedicó a su hacienda de Mount Vernon. La subida del precio del tabaco incrementó notablemente su riqueza, al tiempo que desempeñaba un papel destacado en la política local. Los abusos de la metrópoli a la hora de cargar de impuestos a las colonias lo llevaron a apoyar el bloqueo a las importaciones británicas. Enviado como delegado de Virginia ante los dos Congresos Continentales, en 1775, al estallar la guerra de la Independencia, fue nombrado jefe de las milicias de voluntarios, con la intención de implicar a Virginia en el conflicto. Al frente de sus tropas, desalojó a los británicos de la ciudad de Boston al año siguiente. Declarada la independencia el 4 de julio de 1776, emprendió la difícil travesía del río Delaware, tras la cual venció a los británicos en Princeton y Trenton. Más tarde sufrió algunos reveses, como el de Brandywine, que lo obligaron a refugiarse en Valley Forge y reorganizar el ejército en condiciones precarias durante el invierno de 1777 y 1778, en lo que se considera su mejor acción militar. En la primavera de este año reconquistó Filadelfia y, después de instalar su cuartel general en White Plains, llevó a cabo con Rochambeau la campaña de Virginia de 1781. El triunfo logrado en ésta precedió la rendición británica en Yorktown. Consumada la victoria, en 1783 se retiró a su hacienda hasta que, cuatro años más tarde, asistió como delegado por Virginia a la Convención de Filadelfia. Partidario de la creación de un gobierno fuerte, apoyó la proclamación de la Constitución y fue designado por la Asamblea presidente de la Unión, cargo para el que fue reelegido en 1792. Durante su mandato trató de conciliar las tendencias federalista y autonomista, representadas por Hamilton y Jefferson, aunque no pudo evitar favorecer a la primera. Organizó así mismo la economía del país sobre la base de la independencia financiera e impulsó la normalización de las relaciones internacionales, en particular con Gran Bretaña, gesto que no fue bien recibido por amplios sectores de la sociedad estadounidense. En 1797 rechazó una segunda reelección y se retiró a su hacienda de Mount Vernon, pero aún regresó una vez más para hacerse cargo del ejército ante el rebrote de las tensiones con Francia.

miércoles, 13 de enero de 2010

A la muerte de Rubén Darío, por Antonio Machado

Si era toda en tu verso la armonía del mundo,
¿dónde fuiste, Darío, la armonía a buscar?
Jardinero de Hesperia, ruiseñor de los mares,
corazón asombrado de la música astral,

¿te ha llevado Dionysos de su mano al infierno
y con las nuevas rosas triunfantes volverás?
¿Te han herido buscando la soñada Florida,
la fuente de la eterna juventud, capitán?

Que en esta lengua madre la clara historia quede;
corazones de todas las Españas, llorad.
Rubén Darío ha muerto en sus tierras de Oro,
esta nueva nos vino atravesando el mar.

Pongamos, españoles, en un severo mármol,
su nombre, flauta y lira, y una inscripción no más:
Nadie esta lira pulse, si no es el mismo Apolo,
nadie esta flauta suene, si no es el mismo Pan.

Antonio Machado (España)

lunes, 11 de enero de 2010

El mar, el mar y tú...soneto de Octavio Paz

El mar, el mar y tú, plural espejo,
el mar de torso perezoso y lento
nadando por el mar, del mar sediento:
el mar que muere y nace en un reflejo.


El mar y tú, su mar, el mar espejo:
roca que escala el mar con paso lento,
pilar de sal que abate el mar sediento,
sed y vaivén y apenas un reflejo.


De la suma de instantes en que creces,
del círculo de imágenes del año,
retengo un mes de espumas y de peces,


y bajo cielos líquidos de estaño
tu cuerpo que en la luz abre bahías
al oscuro oleaje de los días

Octavio Paz (México)

viernes, 8 de enero de 2010

Poesía de Benedetti

Lovers go home!

Ahora que empecé el día
volviendo a tu mirada,
y me encontraste bien
y te encontré más linda.

Ahora que por fin
está bastante claro
dónde estás y dónde estoy.

Sé por primera vez
que tendré fuerzas
para construir contigo
una amistad tan piola,
que del vecino
territorio del amor,
ese desesperado,
empezarán a mirarnos
con envidia,
y acabarán organizando
excursiones
para venir a preguntarnos
cómo hicimos.

***

Pasatiempo

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.

Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.

Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.

Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

Mario Benedetti (Uruguay, 1920-2009)

martes, 5 de enero de 2010

"SOBRE EL LUGAR DE LO ANALÍTICO EN LA PSICOTERAPIA JUNGIANA:

André Sassenfeld J.

Psicólogo clínico y psicoterapeuta de adultos en práctica privada en Santiago, Chile. Docente de pre- y postgrado en las áreas psicoterapia jungiana, psicoanálisis relacional e intersubjetivo, y psicoterapia corporal, U. de Chile, U. del Desarrollo y U. Adolfo Ibáñez.


Después de algunos años de aparente indecisión, Jung decidió referirse de forma más definida a su propia aproximación teórica y clínica a la psique como psicología analítica, denominación que ha perdurado oficialmente hasta el día de hoy. En 1929(a) afirmó:

[…] mientras que yo prefiero para mi concepción la expresión ´psicología analítica´ y con ello me refiero a algo así como un concepto general que abarca el ´psicoanálisis´, la ´psicología individual´ y otros esfuerzos en el campo de la psicología compleja. […] Supongo que se estará de acuerdo conmigo en que, cuando hablamos de ´psicoanálisis´, no nos restringimos a su definición más estrecha, sino que en términos generales tratamos de los éxitos y fracasos de todos aquellos esfuerzos que en la actualidad son llevados a cabo en pos de la solución del problema de la psique y que englobamos en el concepto de la psicología analítica. (pp. 64-65, cursiva del original)

Esta constatación nos muestra que Jung concedía a “lo analítico”, dándole en la cita precedente una connotación global de una psicología inclusivista, un lugar central en sus planteamientos. En alguna medida, la utilización de la noción de análisis puede ser visualizada como legado del involucramiento personal y profesional de Jung con Freud y el movimiento psicoanalítico (Stein, 1995). No obstante, Jung empleó repetidamente el término análisis en sus escritos y atribuía a la idea de lo analítico un amplio conjunto de significados, debido a lo cual es legítimo suponer que no se trata tan sólo de un vestigio histórico de una etapa de su carrera profesional. Entonces, ¿qué es lo analítico de y en la perspectiva jungiana? ¿Qué es el análisis jungiano?

En estas reflexiones, intentaremos esbozar algunas respuestas a estas interrogantes, enfatizando en especial la vinculación de lo analítico con la conceptualización de las metas psicoterapéuticas. El acento recaerá en el aspecto de las metas terapéuticas en parte porque a los terapeutas jungianos “el lenguaje de metas específicas de tratamiento y de la medición de su logro les tiende a ser ajeno” (Stein, 1995, p. 30). Así, buscaremos ofrecer aquí algunas reflexiones sobre una temática que, en realidad, no ha recibido demasiada atención en la literatura especializada –aunque con seguridad abundan las ideas sobre las metas de la psicoterapia jungiana, tales ideas están dispersas en escritos sobre otras temáticas y las publicaciones que tratan de la definición y las metas del análisis jungiano son escasas. Más allá, de acuerdo a Stein, la práctica cotidiana de la psicoterapia jungiana a menudo dificulta el hecho de hacerse plenamente consciente de la meta global, que como deseamos mostrar está relacionada con los múltiples significados de la palabra análisis. Además, dado que el análisis jungiano tiende a ser un procedimiento clínico de larga duración, “una definición concisa de la meta del tratamiento se vuelve más elusiva y más difícil de capturar cuanto más profundo y largo se hace un análisis” (p. 32). Con mayor razón se impone la necesidad de reflexionar sobre las concepciones de lo analítico en la psicoterapia de orientación jungiana que determinan la formulación de sus metas.

Jung (1916) señaló que el término análisis puede ser considerado de modo simultáneo como método terapéutico, arte, técnica y ciencia de la vida psicológica. En este contexto, nos limitaremos a la acepción del análisis que lo considera sinónimo de una cierta forma de tratamiento psicológico. Y ya aquí nos encontramos con un primer aspecto significativo: siguiendo una histórica controversia en el psicoanálisis, también en la psicología analítica se ha debatido la cuestión de las diferencias existentes entre análisis y psicoterapia. Al igual que en el campo del psicoanálisis, los criterios de diferenciación han incluido factores técnicos como la frecuencia de las sesiones y el uso del diván, pero también factores clínicos (p. ej., elaboración de la transferencia y análisis de las defensas) y teóricos (p. ej., concepción psicodinámica de la psique). Covington (2002) indica que una distinción clásica que se acostumbra hacer a este respecto es la idea de que el análisis corresponde a una exploración profunda de la personalidad, mientras que la psicoterapia corresponde a la búsqueda de alivio del sufrimiento psíquico y emocional. Se contraponen, en este sentido, el supuesto “análisis puro” que no apunta primariamente al cambio de la personalidad a la cura sintomática. Esta oposición tiene sus raíces en los escritos del mismo Freud, quien intentó separar claramente la terapia psicoanalítica de los “métodos de sugestión”, que caían en la categoría de “mera” psicoterapia. La oposición descrita adquirió temporalmente relevancia en la controversia histórica entre Freud y Ferenczi hacia la década de 1930, en la cual Ferenczi defendió la noción de que no es primariamente el psico-análisis, sino la experiencia relacional reparadora con el terapeuta lo que produce cambio y alivio del sufrimiento. Freud se mostró en desacuerdo con las concepciones de Ferenczi, que han vuelto a ser revalorizadas por el movimiento analítico relacional contemporáneo. Podemos reconocer con claridad que esta discusión inmediatamente coloca en un primer plano la finalidad o meta del procedimiento terapéutico tal como es formulada por la teoría clínica o por el analista como factor nuclear que define qué es análisis y qué no lo es.

Covington (2002) subraya, a mi parecer de manera adecuada, que se trata de una falsa dicotomía ya que de todos modos el cambio terapéutico sigue siendo considerado un indicador de si se está llevando a cabo un buen análisis o no. Por tanto, Covington se muestra de acuerdo en que “la meta esencial del análisis es terapéutica, esto es, el alivio del sufrimiento. Cuando esto no ocurre, el análisis ha fallado” (p. 104). Stein (1995) también coincide en que, si hay sufrimiento psicológico presente en el paciente, la meta inicial más obvia es buscar alivio. Estas consideraciones nos aclaran que el lugar de lo analítico en la psicoterapia jungiana parece remitir tanto a la meta transversal de una exploración profunda de la personalidad como a la meta de un alivio del sufrimiento del paciente. En Aion (1951), Jung parece confirmar esta suposición: señala de modo condicional que el auto-conocimiento –es decir, la exploración profunda de la personalidad– puede constituirse como medida psicoterapéutica. Desde este punto de vista, Jung deja espacio para la existencia y elección de otras medidas psicológicas con finalidades terapéuticas que, sin embargo, no necesariamente deben ser consideradas como procesos analíticos. En este sentido, como hemos dicho el análisis implica tanto una exploración del funcionamiento psíquico, emocional y relacional del paciente como aliviar el sufrimiento. Con todo, aunque sea en términos más bien anecdóticos, Jung también aseveró que algunos de sus pacientes, en contra de su convicción médica, habían aprendido a convivir con sus síntomas –una vez que el síntoma adquiere un sentido, el paciente puede aceptar su presencia e incluso “utilizarlo” como indicador de la presencia de ciertos estados psíquicos y emocionales.

Jung (1939) aseveró que su uso del concepto de lo analítico está estrechamente ligado a una perspectiva que toma en consideración como aspecto fundamental del funcionamiento psíquico la existencia de procesos y fenómenos de naturaleza inconsciente. En consecuencia, una comprensión del lugar de lo analítico en la psicoterapia jungiana debe prestar atención a las ideas fundamentales de Jung respecto de lo inconsciente y, en particular, respecto de las relaciones de la consciencia con lo inconsciente. Es bien sabido que la psicología jungiana puede ser visualizada, entre otras cosas, como una psicología psicodinámica interesada en conceptualizar las diversas formas que adoptan las interacciones entre el yo y lo inconsciente. En ese marco, Jung definió la psique como un sistema caracterizado por la auto-regulación entre sus componentes conscientes e inconscientes y calificó la relación entre consciencia e inconsciente de compensatoria. Dicho de otro modo, la psique se auto-regula a través de procesos de compensación de lo inconsciente en relación con las actitudes unilaterales de la consciencia. Desde este punto de vista, lo analítico en la psicología jungiana guarda relación directa con concebir en términos teóricos la psique como totalidad consciente-inconsciente en un constante movimiento psicodinámico auto-regulatorio y además con cómo se trabaja clínicamente con esa totalidad y con las relaciones entre el yo y lo inconsciente. En efecto, la meta última de la psicoterapia jungiana es restaurar la tendencia de la psique a la auto-regulación (Kast, 1995).

Respecto del segundo aspecto, Jung (1921) afirma:

En la neurosis, lo inconsciente aparece en un contraste tan agudo con el estado consciente, que la compensación está perturbada. La meta de la terapia analítica, por ende, es una toma de consciencia [realization] de contenidos inconscientes para que se pueda restablecer la compensación. (p. 502)

Algunos años más tarde, Jung (1947/1948) reitera:

La psicoterapia, tal como es enseñada y practicada en el Instituto C. G. Jung de Psicología Analítica en Zürich, puede designarse como una técnica para el cambio de la actitud psíquica. […] Consiste principalmente en la integración de contenidos inconscientes a la consciencia. (p. 648)

Hacia el final de su vida, Jung (1946) sigue destacando que la “finalidad esencial del opus psychologicum es el hacerse consciente, lo que en primer lugar significa la toma de consciencia de los contenidos proyectados hasta ese momento” (pp. 262-263). Así, exceptuando la idea de Jung de restablecer la compensación a través de la asimilación de contenidos inconscientes por parte del yo consciente, la simultánea definición y meta del análisis planteada por Jung en las citas anteriores es analítica incluso en el sentido de que es compartida por el psicoanálisis –como Freud sentenció, el psicoanálisis tiene como meta principal hacer consciente lo inconsciente. Me parece necesario agregar que, en base a lo dicho, un aspecto central de lo analítico en la práctica psicoterapéutica es el análisis de las defensas y resistencias, esto es, de los procesos psíquicos que dificultan que ciertos contenidos inconscientes se vuelvan conscientes (Sassenfeld, 2009). Freud señaló esto cuando afirmó que la meta del psicoanálisis es hacer consciente lo inconscientes a través del levantamiento de le represión. Y, más allá, el concepto de las defensas es uno de los elementos primordiales que convierte una aproximación teórica en una perspectiva psicodinámica.

Ahora bien, si entendemos en términos amplios el proceso de hacer consciente un conjunto de contenidos inconscientes como equivalente a lo que con anterioridad llamamos una exploración profunda de la personalidad, podríamos suponer que Jung es partidario del “análisis puro”. Sin embargo, Jung (1928) parece haber tenido claridad respecto de la falsa dicotomía que describimos más arriba: al hablar de la disolución de los complejos como meta terapéutica –que vendría a ser un caso particular de contenidos inconscientes que se vuelven conscientes– indica respecto del efecto de tal procedimiento:

La transformación es la meta del análisis de lo inconsciente. Si no hay transformación, significa que la influencia determinante de lo inconsciente continúa sin disminución y que en algunos casos persistirá manteniendo los síntomas neuróticos a pesar de todo nuestro análisis y toda nuestra comprensión. (p. 224)

Es decir, Jung tenía muy presente el cambio psicoterapéutico como aspecto central del análisis. De hecho, de modo similar a Freud (aunque hacia el final de su vida Freud se volvió más pesimista en relación con este asunto), Jung está suponiendo que el proceso analítico de hacer consciente lo inconsciente tiene como resultado la transformación del individuo y, en esa misma medida, el alivio del sufrimiento y la remisión al menos relativa de los síntomas. Así, la concepción que Jung presenta del análisis incluye la exploración de la personalidad a través de la asimilación de lo inconsciente y la transformación y el cambio de la personalidad a raíz de tal exploración.

Stein (1995) especifica que la psicoterapia jungiana merece el calificativo de analítica puesto que, al igual que el psicoanálisis, una de sus metas fundamentales es poner al descubierto las estructuras inconscientes fundamentales de la personalidad. El “análisis psicológico revela los patrones, procesos y contenidos básicos de la psique de una persona” (p. 34), así como el análisis químico por ejemplo revela los elementos que componen una determinada sustancia. La formulación de Stein da un sentido más amplio, pero también más exacto, a la asimilación de contenidos inconscientes descrita por Jung. Siguiendo algo mencionado antes, Stein agrega que el análisis hace un esfuerzo por percibir con claridad la composición específica de la psique del paciente y sus formas específicas de funcionamiento por medio de la explicitación de las relaciones entre la consciencia y los factores inconscientes (complejos) que la perturban. En este contexto, Stein además argumenta que análisis es una buena descripción de la psicoterapia jungiana porque es descriptivamente exacto: en el seno de un vínculo terapéutico contenedor, el paciente puede experimentar un cierto grado de “disolución” psicológica –la raíz etimológica de análisis es la noción de disolver. En términos clínicos, esto significa que la exploración de la personalidad y la asimilación de contenidos previamente inconscientes pasa por cuestionar y en alguna medida socavar actitudes, identificaciones y dinámicas psíquicas que durante mucho tiempo han apuntalado la consciencia del yo y el sentido de identidad del paciente. Para Stein, el estado de “disolución” psíquica que surge a través del análisis es la condición básica que posibilita una transformación profunda de la personalidad del paciente. Lo dicho guarda relación con los riesgos del análisis y, en conceptos psicoanalíticos, con la regresión terapéutica (1). Así, siguiendo las ideas de Stein, el análisis involucra al menos una cierta medida de regresión psicológica al servicio del desarrollo de la personalidad.

Por supuesto, la idea del análisis como proceso de asimilación de contenidos inconscientes está vinculada con el concepto jungiano de individuación, que hace referencia a un proceso de desarrollo psíquico que (1) está encauzado por factores inconscientes que Jung definió como autónomos –es decir, que actúan con relativa independencia de la consciencia– y (2) que manifiesta una dirección más o menos clara hacia la integración diferenciada de los aspectos conscientes e inconscientes de la personalidad –en otras palabras, hacia la realización consciente de la totalidad de la psique. Para Jung (1962), paradójicamente individuarse significa convertirse en lo que uno es. Aunque no sólo el análisis es capaz de promoverlo, facilitar el proceso de individuación es considerada ampliamente la meta más importante de la psicoterapia jungiana (Stein, 1995). No obstante, dada la naturaleza intrínsecamente individual y única del proceso de individuación, la formulación de un marco conceptual y técnico para explicitar específicamente cómo puede facilitarse escapa a las contribuciones clínicas existentes. Porque “convertirse en lo que uno es” resuena con “convertirse en lo que uno está destinado a ser” y, por ende, con la dificultosa noción de destino –¿la aceptación del propio destino –en palabras de Jung el amor fati– como meta del análisis? En una interesante contribución respecto del concepto de destino, Whitmont (2007) indica que surgiendo “a partir del self, este plan [destino] requiere de la cooperación de la consciencia para su realización en la vida actual y su realización dentro de los límites de la capacidad del yo” (p. 25). Puesto que el término destino está sobrecargado de connotaciones de toda índole, quizás resulte más fácil traducirlo a la idea de que el análisis tiene como meta e implica ayudar al paciente a vivir, a sumergirse plenamente, en la vida que le ha tocado vivir.

Stein (1995) intenta concretizar y especificar lo que la individuación como meta del análisis implica. Para él, la meta fundamental es favorecer el movimiento del paciente hacia la totalidad psicológica y lograr el máximo grado posible de totalidad psíquica con cada paciente dado, algo que se produce a través de la acumulación de pequeñas modificaciones aparentemente insignificantes en la psique de este. Stein considera que este proceso, siguiendo las ideas de Jung sobre la individuación, involucra reconfigurar la relación entre consciencia e inconsciente: “Reconocer y aceptar lo inconsciente, como formulación de la meta del análisis, significa establecer una relación más vital y consciente entre dos componentes duraderos de la mente, lo inconsciente y la consciencia del yo” (p. 41) –algo que sólo es posible si el terapeuta ha podido previamente hacer algo similar consigo mismo. Desde esta perspectiva, lo analítico en la psicoterapia jungiana no sólo guarda relación con tomar en consideración los aspectos conscientes e inconscientes de la psique y con la idea de que existen procesos auto-regulatorios compensatorios entre ambos, sino también más específicamente con la meta analítica de que se establezca un cierto tipo de relación intrapsíquica entre ambos aspectos –es decir, con generar una relación entre ambos aspectos que favorezca el proceso de individuación. Además, análisis vendría a significar específicamente un proceso terapéutico que permite al paciente avanzar hacia la conscientización, experiencia e integración de su propia totalidad psíquica.

En base a su concepto de individuación, Jung (1935) afirmó:

he enfatizado la consecutiva individualización del método de tratamiento y la irracionalización de la formulación de metas, lo último especialmente con la finalidad de garantizar la máxima ausencia de prejuicios posible. Porque en el caso de un desarrollo psicológico el médico debiera por principio dejar que la naturaleza actúe y hacer lo posible por evitar influenciar al paciente en el sentido de sus propios supuestos filosóficos, sociales y políticos. (p. 38, cursiva del original)

Aquí Jung iguala las fuerzas autónomas de lo inconsciente con las fuerzas de la naturaleza y convierte a lo inconsciente en la guía privilegiada del análisis. Dicho de otro modo, lo inconsciente parece determinar qué contenidos requieren ser asimilados por la consciencia y, en esa misma medida, la compensación resulta ser vehículo del proceso de individuación. Así, lo analítico de la psicoterapia jungiana también guarda relación con una determinada actitud respecto de lo inconsciente y con permitir que lo inconsciente en alguna medida señale el camino a seguir. Tal como señala Beebe (1997), “la actitud que uno adopta respecto de lo inconsciente incluso afectará la forma en la que lo inconsciente se nos presenta […]” (p. 4). En este sentido, si lo analítico en general implica aceptar teóricamente y trabajar clínicamente con la existencia de lo inconsciente, lo analítico de la psicoterapia jungiana está ligado a una actitud más específica respecto de lo inconsciente.

Me parece difícil definir con exactitud de qué actitud específica se trata. Diferentes psicoterapeutas jungianos probablemente la definirían de formas muy distintas. Sin embargo, a riesgo de simplificar una cuestión compleja creo que sí puede afirmarse en términos amplios que se trata de una actitud o disposición a entender y enfrentar los fenómenos inconscientes con una perspectiva constructiva y cooperativa. Dicho de otro modo, a diferencia de la tendencia de Freud, Jung nunca visualizó lo inconsciente como un enemigo irreconciliable de la consciencia o un peligro en sí mismo, sino más bien como parte fundamental de la totalidad psíquica. El peligro surge cuando la consciencia de manera sistemática no toma en consideración la parte inconsciente de la psique. Jung subrayó esto en su concepto de compensación y en su concepción acerca del carácter prospectivo de los procesos inconscientes. Al discutir el tipo de pacientes que mayoritariamente atendió, asevera:

En la mayoría de mis casos, los recursos de la consciencia están agotados […] –“estoy estancado”. Este hecho es lo que principalmente me obliga a buscar posibilidades desconocidas. Porque no sé responderle al paciente respecto de su pregunta “¿Qué me aconseja? ¿Qué debo hacer?” Yo tampoco lo sé. Sólo sé una cosa, que cuando mi consciencia ya no ve frente a sí un camino transitable y por ello se estanca, mi psique inconsciente reaccionará respecto del intolerable estancamiento. (1929b, pp. 53-54)

De esta manera, queda claro que la actitud analítica jungiana respecto de lo inconsciente busca en este señales útiles para el desarrollo del paciente.
Esto nos aclara la gran significación que Jung atribuye a los procesos inconscientes y explicita la cualidad teleológica de estos últimos –en la teoría jungiana tienen una dirección y una finalidad específica que ya mencionamos al describir el concepto de individuación. Jung (1929b) agrega respecto de las metas del análisis:

Debo admitir que a este respecto me he engañado tantas veces, que en el caso concreto hago lo posible por desprenderme de todo supuesto teórico sobre la estructura de la neurosis y sobre lo que el paciente puede y debe hacer. Dejo la decisión de las metas terapéuticas tanto como puedo a la experiencia pura. Esto puede parecer extraño, ya que en general se supone que el terapeuta tiene una meta. En la psicoterapia me parece aconsejable que el médico no tenga una meta demasiado segura. Difícilmente puede saber las cosas mejor que la naturaleza y que la voluntad de vida del enfermo. Las grandes decisiones de la vida humana como regla están subyugadas mucho más a los instintos y otros factores inconscientes misteriosos que a la voluntad consciente y a la razonabilidad con buenas intenciones. (pp. 52-53)

Esto nos indica que el lugar de lo analítico en la psicoterapia de orientación jungiana guarda relación con el lugar del terapeuta. El terapeuta está colocado en un lugar de no saber (o al menos de no saber del todo) y, con ello, se encuentra frente a la necesidad de aliarse con aquello en el paciente que sí sabe –el self tal como se expresa en los fenómenos inconscientes (Sassenfeld, 2008). Desde este punto de vista, como hemos visto el análisis también está definido por la actitud y el lugar del psicoterapeuta.

Para ir concluyendo estas reflexiones en torno al lugar y significado de lo analítico en la psicoterapia jungiana y en torno a las metas psicoterapéuticas me parece necesario enfatizar la diversidad de significados y lugares que hemos podido constatar para lo analítico en el trabajo de Jung. Como ha quedado en evidencia, el término analítica en la psicología de Jung está lejos de ser un mero residuo histórico del involucramiento de Jung con el psicoanálisis. Hemos visto que en algunos sentidos la psicoterapia jungiana es analítica en cuanto comparte determinadas clínicas con la psicoterapia de orientación psicoanalítica, aunque en varios otros sentidos claramente las trasciende. En mi opinión, el concepto de lo analítico puede ser utilizado de forma útil para dar cuenta del conjunto de enfoques clínicos que toman en consideración y que trabajan en términos terapéuticos con lo inconsciente. El apodo jungiana, como en la expresión psicología analítica jungiana, define la adopción de una actitud específica respecto de los procesos y fenómenos inconscientes basada en las concepciones y la actitud del mismo Jung a este respecto. Ahora bien, dado que como mostramos al comienzo de este trabajo Jung no hablaba de psicología analítica jungiana, sino de psicología analítica, me parece importante destacar el acento inclusivista de todas las contribuciones serias en el campo de la psicología profunda que Jung tanto subrayó. Por último, para cerrar recordemos las siguientes palabras de Jung acerca de su meta principal en el trabajo psicoterapéutico analítico:

El efecto al cual apunto es la generación de un estado psíquico en el cual el paciente comience a experimentar con su propio ser, donde ya nada está dado por siempre y petrificado sin esperanza, un estado de fluidez, de cambio y de devenir. (p. 57)




Nota de pié de página



(1) Dicho sea de paso que, en la actualidad, la noción psicoanalítica de regresión ha sido revisada extensamente. A diferencia de la concepción tradicional, que entiende la regresión como una especie de “vuelta en el tiempo”, hoy regresión es un término que da cuenta del cambio temporalmente circunscrito a modalidades más tempranas del funcionamiento psíquico y emocional.


Referencias

Beebe, J. (1997). Attitudes toward the unconscious. Journal of Analytical Psychology, 42, 3-20.

Covington, C. (2002). The myth of pure analysis. Journal of Analytical Psychology, 47, 101-111.

Jung, C. G. (1916). The structure of the unconscious. En C. G. Jung, Two Essays on Analytical Psychology (pp. 277-304). New York: The World.

Jung, C. G. (1921). Tipos psicológicos. Buenos Aires: Sudamericana.

Jung, C. G. (1928). The relations between the ego and the unconscious. En C. G. Jung, Two Essays on Analytical Psychology (pp. 131-253). New York: The World.

Jung, C. G. (1929a). Die Probleme der modernen Psychotherapie. En C. G. Jung, Praxis der Psychotherapie (GW 16) (pp. 64-85). Düsseldorf: Walter Verlag.

Jung, C. G. (1929b). Ziele der Psychotherapie. En C. G. Jung, Praxis der Psychotherapie (GW 16) (pp. 48-63). Düsseldorf: Walter Verlag.

Jung, C. G. (1935). Was ist Psychotherapie? En C. G. Jung, Praxis der Psychotherapie (GW 16) (pp. 33-40). Düsseldorf: Walter Verlag.

Jung, C. G. (1939). Conscious, unconscious, and individuation. En A. Store (Ed.), The Essential Jung (pp. 212-226). Princeton: Princeton University Press.

Jung, C. G. (1946). Die Psychologie der Übertragung. En C. G. Jung, Praxis der Psychotherapie (GW 16) (pp. 167-319). Düsseldorf: Walter Verlag.

Jung, C. G. (1947/1948). "Techniken für einen dem Weltfrieden dienlichen Einstellungswandel". En C. G. Jung, Das symbolische Leben (GW 18/2) (pp. 648-656). Düsseldorf: Walter Verlag.

Jung, C. G. (1951). Aion. Beiträge zur Symbolik des Selbst: Gesammelte Werke, Band 9/2. Düsseldorf: Walter.

Jung, C. G. (1962). Recuerdos, sueños, pensamientos. Barcelona: Seix Barral.

Kast, V. (1995). "A concept of participation". En M. Stein (Ed.), The Interactive Field in Analysis (Vol. 1) (pp. 37-61). Illinois: Chiron Publications.

Sassenfeld, A. (2008). "The therapeutic alliance from the perspective of analytical psychology". Manuscrito en revisión en Journal of Analytical Psychology.

Sassenfeld, A. (2009). Yo, defensa y carácter: Estudio de algunos aspectos inconscientes del yo. Manuscrito inédito..

Stein, M. (1995). "The aims and goal of Jungian analysis". En M. Stein (Ed.), Jungian Analysis (pp. 29-49). Illinois: Open Court.

Whitmont, C. (2007). The destiny concept in psychotherapy. Journal of Jungian Theory and Practice, 9 (1), 25-37.

sábado, 2 de enero de 2010

Frases de Adriano

"Cada uno de nosotros posee más virtudes de lo que se cree, pero sólo el éxito las pone de relieve"

"Como todo el mundo, sólo tengo a mi servicio tres medios para evaluar la existencia humana: el estudio de mí mismo, que es el más difícil y peligroso, pero también el más fecundo de los métodos; la observación de los hombres, que logran casi siempre ocultarnos sus secretos o hacernos creer que los tienen; y los libros, con los errores particulares de perspectiva que nacen entre sus líneas"

"Parte de nuestros males proviene de que hay hombres vergonzosamente ricos o desesperadamente pobres"

"En tiempos de crisis, la administración bien organizada podrá seguir atendiendo a lo esencial, llenar el intervalo, a veces demasiado largo, entre uno y otro gobernante prudente"

"He reconstruído mucho, pues ello significaba colaborar con el pasado, aprehendiendo o modificando su espíritu, sirviéndole de relevo hacia un más lejano futuro...cuanto más he pensado en mi muerte, más he buscado agregar a mi vida esas prolongaciones casi indestructibles...cada edificio era la concreción de la voluntad, del sueño"

"He luchado lo mejor posible para gobernar mi mundo como un bello navío, para fortalecer el sentido de lo divino en el hombre, sin sacrificar lo humano"

"Pero precisamente porque espero poco de la condición humana, los periodos de felicidad, los progresos parciales, los esfuerzos de reanudación y de continuidad me parecen otros tantos prodigios, que casi compensan la acumulación de males, fracasos, incuria y error. Vendrán más catástrofs y ruinas, el desorden triunfará, pero de tiempo en tiempo, el orden también. La paz reinará otra vez, las palabras libertad, humanidad y justicia recobrarán el sentido que hemos tratado de darles"

Publio Elio Adriano (España, 76-138). Emperador romano, sucesor de Trajano, recorrió el imperio y se hizo popular por su entrega al trabajo y su estoicismo. Para algunos, el mejor de los emperadores romanos, junto a Marco Aurelio y Antonino Pío (a quienes él mismo se encargó de allanar el camino al poder). Dedicó su mandato a la reorganziación interior del imperio, estableciendo una burocracia eficaz. Hombre culto, partidario de la paz y la tolerancia,a dmirador de lo griego, impulsó las letras y las artes. Como escritor, son notables sus Memorias y algunos poemas que han llegado hacia nuestros días.

"

DELTA, OTRA DIMENSION

NUNCA SERÁ SUFICIENTEMENTE ENALTECIDA, Y PONDERADA, LA EXIGENCIA DE MEMORIZAR, MEDIANTE LA REPETICION DE LO YA APRENDIDO, O MEDIANTE EL TRABAJO DE GRABAR, Y CINCELAR EN LA MENTE, PROPIA, O AJENA, TEOREMAS, RACIOCINIOS; O ACCIDENTES, MATEMÁTICOS, FÍSICOS, CIENTÍFICOS; O ACIERTOS LITERARIOS: ENTRE ESTOS MERECEN DESTACARSE LOS POEMAS, LOS VERSOS, GENERALMENTE DENSOS EN SABIDURÍA.

NUESTROS PADRES, TAN QUERIDOS, ASI COMO PROFESORES MUY PRPOFESIONALES, ENRIQUECIERON EL LENGUAJE Y EL HABLA, Y LA INTELIGENCIA, Y LA MEMORIA, CON "LA PERRILLA", "LA PALOMA TORCAZ", "EL CULTIVO DEL MAIZ", ETC., O CON PRECIOSAS FÁBULAS. GRACIAS A ELLOS, Y A ELLO, LLEGAMOS AÚN A SOLAZARNOS, CUANDO EVOCAMOS RECONDITECES INTEGRADAS A NUESTRA PROPIA HISTORIA, COMO RONDAS INFANTILES, Y RIMAS, Y ODAS, Y OTRAS MAGISTRALES COMPOSICIONES.

HOY ME HA LLAMADO LA ATENCIÓN LA FÁBULA DE "LA POBRE VIEJECITA", AGUDA PERSONIFICACIÓN DE LOS INSACIABLES NARCOTRAFICANTES, INCLUSIVE DE ESOS QUE SOLAMENTE GANAN UNOS PESITOS, PUES VIVEN "SIN NADITA QUÉ COMER": ELLOS, ALARGADO EL BRAZO CON MUCHOS DISIMULOS, PENETRAN EN LOS COLEGIOS Y EN LAS ESCUELAS, Y MERODEAN EN LOS CAMINOS Y EN EL CAMPO.-- ESA POBRE VIEJECITA ES PERSONIFICACIÓN, TAMBIÉN, DE LOS "SEÑORES" DELINCUENTES, QUE DISCUTEN PROBLEMAS NACIONALES POR RADIO Y RELEVISION, EN ASAMBLEAS, EN EL CONGRESO, Y EN FOROS, PARA ENCAMINAR LA POLITICA NACIONAL, O REGIONAL, EN SU PROVECHO. Y PERSONIFICA QUIENES, SIN "NADITA QUÉ BEBER", SE CANDIDATIZAN PARA ALCALDES, CONCEJALES, EDILES Y GOBERNADORES, CON INTENCION CLARA DE ROBAR AL FISCO, O SEA A NOSOTROS, LOS CIUDADANOS. ESOS LOBOS SON CONOCIDOS EN NUESTROS BOSQUES! --- O LA VIEJECITA SE REVISTE DE PROFESOR, EN LA UNIVERSIDAD, O EN LA ESCUELA, Y, CAMBIA SU FUNCIÓN: EN LUGAR DE OFRECER RIQUEZAS DEL SABER, SE VISTE CON LIBREA Y CORBATÍN, PARA SER UN PAJE, UN CRIADO MÁS.

EN CUAL DIMENSION HABREMOS DE VIVIR LA FÁBULA ? - PORQUE SI HUBO UNA ÉPOCA EN QUE PUDIMOS NO ENTENDERLA, ESE TIEMPO PASÓ. HOY, CADA UNO ESTÁ LLAMADO A SER RESPONSABLEMENTE ANALÍTICO; ESMERADAMENTE CUIDADOSO EN TODO LO QUE HACE; CAUTELOSO EN EL JUICIO: ES CADA UNO EL COMPROMETIDO CON SU PENSAMIENTO, CON SUS CONVICCIONES, CON SUS ACCIONES.

Luis Alberto Campos Rodríguez (Colombia, 1938)

viernes, 1 de enero de 2010

Entrevista de Rocío Rincón a David Alberto Campos

ENTREVISTADORA: ROCÍO RINCÓN, ESTUDIANTE DE PSICOLOGÍA Universidad Nacional
ENTREVISTADO: DR DAVID CAMPOS, PSIQUIATRA

ROCIO: Quisiera que me contaras, desde tu percepción como psiquiatra, como haz visto la transición de las políticas en salud mental desde antes de la ley 100 de 1993 y en la actualidad.
DAVID: Las políticas de antaño eran primero muy asistencialistas, segundo determinadas por el gobierno de turno, y tercero inevitablemente sesgadas en su concepción. Por ejemplo, durante la presidencia de Lleras Restrepo 66-70 se hicieron muchas estrategias encaminadas a un buen estado de salud mental en los colombianos y se trabajo con madres comunitarias, promotores de salud, se trato insertar a la población campesina en la atención psicológica y psiquiátrica, pero lo triste es que una vez esos gobiernos pasaban, o una vez se acababa la plata, como no era una política de gobierno, si no una iniciativa, los efectos terminaban siendo muy débiles.
Después de la ley 100 Juan Luis Londoño que era un visionario pretendía realmente cubrir –criterio de universalidad- a todos los colombianos, y de otro lado el si pretendía asegurar una buena calidad en la prestación del servicio; lo que sucede es que lastimosamente es que la Ley 100 fue muy bien concebida en el papel es maravillosa, pero en la practica se ven las falencias y los errores; uno mismo ve como el principio de universalidad esta garantizado, la gente accede a eso, pero accede a servicios de salud muy mediocres finalmente, que tristeza decirlo todavía, llevamos mas de 10 años de ley 100 y no hemos hecho algo de calidad. Por ejemplo una cita con psicológica es cada mes, las citas de terapia familiar solamente autorizan tres al año, psicoterapia por psiquiatría y EPS, imposible. Para psicoterapia de verdad –que tú le pagas al psicoanalista- debe ser particular por que no habría manera, el sistema no tiene como cubrirte una psicoterapia bien hecha, por que no hay plata, por que no hay recurso humano, por que no hay disposición técnica, y por que de hecho el POS no contempla la psicoterapia, entonces estamos con un sistema que si ha mejorado en la cobertura pero que si ofrece un servicio todavía muy mediocre, toca trabajar mas eso.
Rocío:
Cuando estabas hablando me surgió una pregunta, y es que es muy distinto la atención psicológica de la atención medica en general, con respecto de la cobertura y universalización de la atención psicológica a que nos referimos cuando hablamos de universalización.
David:
Supuestamente, la ley 100 pretendía que todos los colombianos tuvieran salud gratuita, o que el estado garantizara la salud, todo esto es en cierto sentido consecuencia de la constitución del 91, cuando Álvaro Gómez Hurtado redacta esa constitución, esta embebido en la obsesión de llegarle a todo el mundo; <> como el siempre estuvo pensando y los ministros Juan Luis Londoño, Fernando Ramírez, en el 93, se imaginaron un sistema como para llegarle al campesino, al hombre de la provincia, a la mujer que no trabaja, pero que necesita una atención gratuita en salud, a ese niño hijo de un campesino, a ese niño hijo de la obrera, toda esa concepción socialista –digámoslo así- de cubrir a todo el mundo, y en cierto sentido se ha logrado bastante bien, o sea, ya hoy en día es muy inusual que alguien no este carnetizado al menos en el casco urbano, pero estamos aún fuera de las metas, hay que trabajar mas en el campo.
Rocío: Claro, pero definitivamente la carnetización no garantiza la calidad.
David: Exacto, no garantiza la calidad. Hay una cosa también triste y es que le pagan muy mal al profesional que trabaja en salud mental por que la ley concibe que terapia ocupacional, psicología, psiquiatría, trabajo social, son un mismo paquete salarial. Entonces, digamos que la EPS pague determinada cantidad por la prestación del servicio, pero esa cantidad debe repartirse en todos esos servicios, lo que finalmente deriva en que seamos los peor pagos de todos los médicos en Colombia [los psiquiatras], cosa que es interesante, en Estados unidos somos los segundos mejor pagos aquí somos los peor pagos, y que decir de psicología o terapia ocupacional. Hay otra cosa peor, mas allá de lo salarial, se esconde también una cosa teórica y de imaginario colectivo, y es el prejuicio de que nuestro trabajo es inútil, y como es un trabajo muchas veces intangible, o no cuantificable, no medible; los mismos médicos y las instituciones, y el estado y la sociedad cree que nuestro trabajo es apenas una coadyuvancia, como un añadido mas pero no le dan la plenitud de que es un trabajo científico o es algo eficiente. Por eso también nos pagan bastante mal a todos los que trabajamos en salud mental.
Rocío: Me parece muy interesante la parte de la problemática en le recurso humano. En cuanto a recursos materiales, ¿Cómo se ha visto afectado por la aplicación de la ley 100? Todo este tipo de cosas en cuanto a hospitales, centro de reclusión, consultorios, digamos como en el aspecto físico…
David: La ley 100 se ha esmerado por ofrecer un mejor servicio, mejores instalaciones y mejor dotación de hospitales, lo malo como te digo es eso, que la ley 100 es preciosa así como la constitución pero la aplicabilidad ha sido llena de vicisitudes, entonces, supuestamente todo hospital de tercer nivel debería tener un servicio de psiquiatría, y lo que uno ve es que no lo tienen, o supuestamente debería haber un psiquiatra las 24 horas y lo que uno ve es que el psiquiatra esta contratado ocho horas si al caso, y el resto dejan de turno a un medico general en urgencias. Que decir de psicología, musicoterapia por ejemplo, tantos servicios de salud mental que no se ofrecen dentro del paquete del POS muchas veces.
Ahora, si es falta de motivación, porque tú sabes que tanto para psicología como para psiquiatría no se requiere gran cosa, ni aparatos costosos, si no simplemente un consultorio “suficientemente bueno” como diría Winnicott, un consultorio apenas diseñado, no se gasta mucha plata, pero no lo hacen las instituciones, no lo hacen las EPS y el estado esta en pañales todavía a la hora de garantizar este tipo de servicios, y es triste, pero tu coges zonas por ejemplo Arauca, Casanare, Vichada, Amazonas y no encuentras suficiente cantidad ni de psiquiatras, ni de psicólogos, para tanta población, personas abandonadas todavía, hay mucho centralismo de los recursos, y los que llegan a veces se los roban, es el colmo que le estén pagando a los psiquiatras y a los psicólogos cada tres meses, cada cuatro meses, no tiene presentación eso y la plata sí llega, pero como también se manejan todo tipo de triquiñuelas y corrupción política, es difícil.
Rocío: Y con respecto a los horarios de ustedes y la relación horario salario, más o menos desde la percepción tuya y de tus compañeros de trabajo, ¿si existe el descontento de que el trabajo es mal reconocido?
De que es mal reconocido sobre todo, por lo que te decía; en el imaginario de la sociedad, de los colectivos, hay muchos prejuicios sobre lo que hacemos, hay muchos errores conceptuales, hay mucha ignorancia, se mantiene todavía un pensamiento mágico-arcaico, y entonces muchas veces en muchas zonas determinadas es más importante lo que diga el sacerdote o el chamán a lo que conceptúe un psiquiatra, la gente misma, muchas veces no hace caso a las instrucciones, las recomendaciones, los tratamientos, prefieren otro tipo de terapias -o pseudo-terapias mejor dicho- de tipo brujería o chamanismo, entonces estamos mal reconocidos.
En cuanto a lo remunerados, al menos en la Asociación Colombiana de Psiquiatría de la cual hago parte como vocal sí hemos logrado que el gremio exija un piso tarifario por lo menos. Nuestra lucha es gremial en ese sentido, en que se reconozca el trabajo digno del psiquiatra así como el anestesiólogo, el cirujano, el dermatólogo, es que es el colmo que en muchos hospitales hasta este año estaban pagándole mucho menos –abismalmente menos- al psiquiatra que al cirujano y es también un pesar que al psicólogo o al terapeuta ocupacional se le pague mal en este país, tu ves y en Europa son profesiones muy bien pagas, como debe ser, porque la función social es importante, y digamos, la salud mental en las naciones en buena medida esta determinada por la salud mental de esos individuos; aquí todavía no vemos eso, no vemos la importancia de la salud mental.
Rocío: Es una concepción más a nivel social y cultural. Mientras hablabas se me vino algo a la cabeza y es un texto de Vélez, Marcela Vélez, ella habla mucho de la problemática en salud, tiene un texto del 2008 que se llama <> y ella menciona algo sobre el tiempo de consulta, entonces menciona que por ejemplo un profesional de la salud –digamos un medico general- tiene que en 20 minutos atender a una persona, y en esos 20 minutos diagnosticarle, recetarle, hacer el estudio clínico, mejor dicho de todo. Y que se demoran mucho tiempo llenando los papeles para que puedan cumplir con el requisito de que “si lo atendí” pero no están brindando una atención oportuna. Con respecto al tiempo de consulta, ¿como se maneja eso ahora?
David: Ese es un punto muy importante, por que parte de la calidad en el sistema de salud se ve afectada por eso, es triste decirlo, los médicos generales ojala tuvieran 20 minutos, a veces disponen de cinco minutos y las empresas que los contratan, los hospitales que los contratan son tan cínicos, tan maquiavélicos que dicen “si no esta de acuerdo con esto renuncie, ya vendrá otro” sobre todo en las ciudades, en Bogotá, Medellín, Cali, se abusa del medico general porque hay una supuesta alta oferta, y ellos fijan los precios salariales de manera sumamente desconsiderada. El medico general dispone de poco tiempo, está atendiendo mediocremente a los pacientes, no hay una buena relación medico-paciente, y finalmente muchas enfermedades son mal diagnosticadas, los tratamientos son mal hechos, la salud se deteriora o sea, a la larga viene siendo mas costoso y peor negocio manejarnos así, por ejemplo: el cáncer que se ha manejado implemente como un dolor muscular después le va a costar mucho mas a esa institución: las acciones de promoción y prevención está fallando, y eso perjudica al sistema de salud. Fíjate como hasta por el sentido económico, y sobretodo atención, avance nacional, bienestar del paciente, de las comunidades,conviene más una política encaminada hacia una buena calidad, hacia la promoción y prevención de la salud y no esa cosa mediocre que estamos haciendo ahora. En psiquiatría denunciamos el caso el año pasado de muchos colegas a los cuales limitaban el tiempo a quince minutos; imagínate que habría dicho Freud, espantoso, ¿como que un psiquiatra atienda en quince minutos?, entonces hubo una denuncia de esas instituciones, fueron puestas en la picota publica se mostró lo mal que estaban atendiendo a los pacientes y ahora esas mismas instituciones están dando 20 minutos, pero sigue siendo poco, tu sabes que para una psicoterapia de verdad se requieren 40-45 minutos por sesión, entonces eso es importante.
Ahora lo que te decía, muchas veces el argumento en el que se escudan es, “no, pero son controles de consulta externa, no de psicoterapia, la psicoterapia se la paga quien puede” lo cual es preocupante, es un privilegio, se hace aristocrático, se hace desigual, se hace muy poco equitativo el asunto, la psicoterapia es para quien se la puede pagar, los demás “a bueno, déle las pepas” espantoso, es falto de moral y es una vergüenza nacional que este pasando eso.
Rocío: Ó sea que no tenemos derecho a la salud mental los colombianos.
David: Genuinamente eso es tal cual.
Rocío: Es decir que en la medida en que mi trastorno no afecte mi funcionamiento como persona en la sociedad, en el sentido de que me enloquezca, salga, me pierda, todo ese tipo de cosas características de trastornos que en realidad afectan la funcionalidad; en esa medida no tengo derecho a acceder psicoterapia.
David: Exactamente
Rocío: Pero esto es bastante preocupante ¿no?
David: Sí
Rocío: Por ejemplo en este tiempo estaba investigando y me ha parecido un tema muy interesante, que estamos viendo en una materia que se llama desarrollo afectivo, estamos viendo la teoría del apego, -Bowlby, Winnicot, Ainsworth- y estamos viendo como los modelos de interacción se modifican a través del tiempo, y como los eventos psicológicos, y lo que se denomina como “turning points” o puntos decisivos en la vida de una persona marcan los esquemas de interacción, eventos como maltrato, abuso sexual, y estaba yo investigando, precisamente en el campo del abuso sexual que es algo tan frecuente en la sociedad colombiana, que es alarmante el numero de casos y las consecuencias psicológicas que esto tiene en el sujeto, en su autoestima, en su auto concepto, en los problemas que tiene a nivel de relaciones interpersonales, uno podría decir, psicológicamente una persona que ha vivido abuso sexual no es una persona sana, pero no puede acceder a psicoterapia por que no tiene los medios, entonces ahí viene una pregunta y es acerca de un documento de la OMS sobre los derechos de la salud mental, que es una declaración universal y que se supone tiene que regir.
Desde la aplicación de la ley 100 en Colombia, ¿como concibes tú que se ven los derechos de la salud mental es decir, si hay tales derechos en salud mental para las personas?
David: Al menos contemplados en la ley sí. Desde el 91 digamos que hay un interés jurídico en garantizar el derecho a la salud mental, pero netamente jurídico, la realidad es otra por lo que estas viendo, no se ofrece realmente un servicio de psicoterapia en el POS, no se brinda a la ciudadanía el verdadero capital global: una nación en guerra, una nación insegura, una nación con desigualdad económica y social enorme, una nación que no le asegura a sus conciudadanos que educándose podrán acceder a determinados beneficios si no que por el contrario el profesional sale y puede quedar desempleado fácilmente, una sociedad violenta, agresiva, una sociedad en la que el amor y la paz no se ven muy a menudo si no por el contrario extorsión, amenazas, agresión, tu haz mencionado el abuso sexual, el maltrato infantil, eso también es un error del Estado, una falla del Estado: uno no puede pretender garantizar salud mental haciendo políticas hospitalarias, la salud mental no están en los hospitales, esta ahí fuera, en la comunidad, y el estado todavía no ha sido capaz de ofrecer salud mental a las personas, porque las condiciones mismas de vida son por el contrario estresores o factores de vulnerabilidad.
Rocío: Definitivamente si, y es tenaz vivir en un contexto así. Hablemos de prevención y promoción, es algo fundamental.
David: Es un punto clave, yo creo que las políticas en salud mental deben hacer el viraje, hacer el cambio de pasar del asistencialismo hospitalario a la verdadera salud mental allá, en la comunidad, en nuestras propias vidas personales. ¿Qué sacamos con ofrecerle a un paciente un buen servicio institucional, si una vez sale a la comunidad su red de apoyo social es deficiente, su acceso a los controles por consulta externa y a los seguimientos farmacológico y psicoterapéutico son insuficientes? Es una lucha genuina la que debe darse por garantizarle a la ciudadanía una buena salud mental, un estado de bienestar, el estado colombiano aun no es un estado de bienestar, el estado colombiano sigue siendo a duras penas un estado policivo, pseudo-militarista, en la actualidad de corte fascista, pero siempre ha sido mas bien una cosa ajena al ciudadano y que no le garantiza salud mental. En promoción y prevención -fíjate- como podemos calificar al estado si aquí en Colombia la ley permite la licencia de maternidad es solamente por tres meses, tu que has leído Winnicott sabes la díada madre-bebe lo fundamental que se requiere mas tiempo, nos comparamos con Francia o con Suecia, estamos sumamente mal, aquí son tres meses, y la licencia de paternidad en este país es ridícula, una semana. ¿Puedes creerlo? Hay falencias de parte del estado a nivel jurídico en promoción y prevención, promover salud mental no es enviar enfermeras a dar conferencias sobre “que es la esquizofrenia” como pretenden muchas gobernaciones, eso es una cosa pseudo-política, mal pensada, mal direccionada, y realmente la promoción de salud mental no debe hacerse de esa manera. Debe integrarse a la comunidad hacia un verdadero concepto de capital global y desarrollo humano, estamos muy atrasados todavía.
Rocío: Con respecto a las políticas que se podrían dar desde tu labor en la asociación colombiana de psiquiatría, lo que han venido trabajando en la parte de salud mental, supongo que debe haber muchísimas propuestas que se hagan al ministerio de salud, quisiera que me hablaras de las propuestas viables de solución a todas las problemáticas en salud.

David: Primero esta la propuesta gremial, que es que vamos a solicitar ojala un mínimo salarial, un piso tarifario, para psiquiatras, y ojala las sociedades de psicología, terapia ocupacional, trabajo social se unan, estamos buscando también que todas las especialidades neurocientíficas (neuropediatría, neurocirugía, neurología), se sumen a esta propuesta, primero una buena remuneración, y un buen servicio en retribución. El segundo punto es, cómo el Estado tiene que asumir su corresponsabilidad en su función de garantizar el bienestar completo y las condiciones para que la salud mental sea favorecida el estado debe proporcionar seguridad, vivienda, alimentación, una adecuada asistencia en todas las personas para que pueda ser algo genuinamente útil. De otro lado aquí se expone algo muy importante y es la estrategia de la política que seria esta: primero una cuestión social: ejecutar políticas que superen esa falta de compromiso clásica del estado. Articulación: no creer que este es solo un problema del ministerio de salud solamente sino que realmente el estado como tal comprenda que todos los sectores tienen que ver con la salud mental y también los ciudadanos, las comunidades, el hecho de que en X barrio tengan un parque adecuado o que protejan a sus niños o que por el contrario en ese barrio permitan que se mate un niño a tiros porque si, también nos habla de que estamos desarticulados; la salud mental no solamente es cuestión del presidente o del ministro de salud, es cuestión de todos, es un compromiso real de todos los ciudadanos, y todos podemos hacer salud mental en Colombia. Ahora, se propone también realizar jornadas de orientación, difusión, capacitación, de todos los ciudadanos, información y divulgación, o sea que también la comunicación de qué debe ser salud mental sea generada, sea de conocimiento publico, es el colmo que todavía en Colombia creen que la psiquiatría se limita a atender esquizofrenia, cuando en verdad psicología y psiquiatría son ciencias humanas, que deberían garantizarles el estado de plenitud emocional, o desarrollo humano suficientes. Otro punto importante es entender que finalmente las psicoterapias, o el manejo de problemas del niño, de la familia, ofrecer puntos en que la sociedad también mejore, o sea, no podemos creer que la violencia es solamente producto de las guerrillas o solamente producto de las mafias, no, la violencia realmente también obedece en gran medida a las malas condiciones en salud mental de los colombianos, a la misma crianza en medio del abuso, a la misma crianza en medio del maltrato, al abandono en el que se tiene la infancia en la actualidad.
Rocío: Y somos personas que estamos viviendo en un contexto de violencia que se ha naturalizado, o sea, es algo que se ha vuelto normal, ver a un muerto, a un herido, ver “ay violaron a tal” ya a uno le parece totalmente normal eso y esto debe tener altas repercusiones psicológicas en las personas. El estado de salud mental en los colombianos no…
David: Es muy pobre.
Rocío: Y lo mas chistoso es que las estadísticas dicen que somos el país mas feliz del mundo o algo así…
David: Al menos de Sur América lo somos, pero son estadísticas engañosas, pues como todo, todo se puede maquillar, finalmente puede que no nos suicidemos tanto, pero si medimos hetero agresividad, homicidios, abuso, acoso laboral, violencia de genero, maltrato infantil, realmente estaremos situados mucho mas abajo en esa escala.
Rocío: Precisamente también por el contexto en el que nos desenvolvemos ¿no?
David: Exacto, y lo que tu mencionas, es un contexto que tristemente se ha “naturalizado”, nos hemos acostumbrado a convivir con la violencia y hasta tolerarla, y si queremos real salud mental y desarrollo del capital global nacional se requiere tolerancia cero con esa violencia y con ese desprecio del otro, ese desprecio del prójimo que tanto daño le hace a nuestra nación. Resulta espantoso ver que ocurra una masacre pero la nación entera esté más preocupada del resultado de una selección de fútbol.
Rocío: Ya como que ahora no interesan muchas cosas, el bienestar propio se ha convertido en algo que tal vez se encuentra afuera, que constantemente uno esta buscando, y de pronto los amigos, y la “pochola” y todo este tipo de cosas, pero en realidad, dentro como que no se encuentra ese bienestar psicológico.
David: Y tocamos otro tema que son las depresiones enmascaradas, fácilmente podemos decir que en Colombia que hay muchos menos suicidios que en Dinamarca, pero empecemos a contar alcoholismo, trastornos de conducta, violencia, abuso de sustancias, y vemos que a veces son equivalentes depresivos, o al menos manifestaciones de una sociedad enferma, de una nación mentalmente enferma; desde esta perspectiva las estadísticas cambian completamente. A la larga, las estadísticas sí mienten: estamos lejos de ser un país mentalmente sano, el trabajo por hacer es mucho.
Rocío: Si, y aparte, el colombiano ha tenido que adaptarse a muchas cosas, si yo tengo una depresión, tengo, tengo, estoy en la obligación de irme a trabajar por que tengo que conseguir el sustento para mi familia, entonces es algo que evidentemente no cabe en lo que uno esperaría tener en salud mental.
David: Ahí vienen las creencias y prejuicios, como el problema mental no es algo cuantificable, la sociedad misma tiende a minusvalorar los trastornos depresivos, y otro tipo de trastornos mentales. Habrás oído muy a menudo que a alguien que esta deprimido le dicen “ya no se ponga con bobadas, no sea flojo” y esta la creencia en América latina en general, que es falta de fuerza, falta de voluntad... no se reconoce la depresión como entidad clínica. Inclusive me sorprendió una vez un orador que decía que la depresión no existía si no que era falta de espiritualidad, y más de un sacerdote, monje, pastor, etcétera, comete ese error: de decirle al feligrés, al creyente que asiste a su culto: “mire, lo que usted tiene no existe, no es nada, es falta de Dios”. Pero mira como todo, la cultura, las creencias el contexto, juega en contra de la persona misma, el negar que sea una verdadera enfermedad, al no validar el padecimiento, esta invalidándose el sufrimiento de la persona “lo que usted tiene es falta de voluntad”… espantoso ¿no? Y claro, ésa es una de las tantas causas de que el colombiano no acceda a los servicios de salud mental como debería.
Rocío: Tu que conoces ese tipo de caso, digamos cuando ocurren crisis vitales, no se, un caso como de muerte de algún familiar, divorcios, muerte de hijos, aborto, que son momentos que des-estructuran a la persona. Hay algo tal como una incapacidad psicológica que permita que esas personas se tomen un tiempo es decir, científicamente esta comprobado por ejemplo en torno al duelo, que una persona necesita tiempo para asimilar, para incorporar todo este tipo de vivencias y todo este tipo de cosas.
David: Hay un fenómeno interesante: sí existe la incapacidad medica pero sucede una cosa, muchas veces el paciente prefiere no tener esa incapacidad por que es tanto el prejuicio que ven el sello de psiquiatría o un diagnostico psiquiátrico en el trabajo de esa persona que consultó y pueden echarla, en el trabajo pueden hacerle la vida imposible, pueden desvincularlo; la sociedad misma rechaza, la estigmatización persiste, o sea esto no es problema de los 60s, esto no es problema de Foucault, sigue siendo un problema actual, estigmatizan al paciente, discriminan el paciente: ¿Dónde está el compromiso de las empresas, de las corporaciones, con la salud del paciente?
Rocío: Bueno recogiendo, cual es la problemática fundamental en este momento en salud mental en Colombia y que propuestas hay para solucionarla.
David: El contexto de violencia e intolerancia creo que es el mas grave de todos, por que de ahí derivan muchas cosas, la validación de la conducta sociopática, la validación del criminal por venganza, la validación de una pseudo moral del “papayazo”, de “aproveche el cuarto de hora”, de “sea un ciudadano deshonesto que si lo pillan no importa, hágase rico aproveche, si usted es funcionario publico entonces ordeñe al estado”. Es una moral espantosa, utilitarista pero en el peor sentido de la palabra, y completamente carente de consideración con el otro, el individualismo extremo, el capitalismo extremo. El rechazo y la intolerancia están dejando huella ya en Colombia, no solamente es en condiciones de homicidio, si no en la misma falta de salud mental que uno percibe en todas partes, el hecho de que nuestros pacientes sean discriminados y rechazados, no accedan laboralmente a lo que merecen, o que sigamos viendo a diario maltrato infantil, violencia, agresividad por doquier. Las condiciones de salud mental en Colombia son tan precarias que el mismo contexto de violencia y desigualdad le corta las alas a los ciudadanos. Y hay más problemas para resolver: la articulación de las iniciativas y políticas en salud no es una articulación completa, las acciones que emprenden los gobiernos son parciales, o netamente asistencialistas u hospitalarias y no realmente acciones que impacten a la comunidad. Además está la corrupción en los servidores públicos, la enorme burocracia de nauestro sistema sanitario, la lentitud, la ineficiencia, la falta de planeación, las dificultades económicas. Mientras no encaminemos nuestras políticas de salud hacia una salud comunitaria garantizada y respetada, en la que el desarrollo del capital humano sea suficiente, realmente seguiremos estando lejos del ideal.