jueves, 29 de abril de 2010

Cneo Pompeyo Trogo, el historiador

Cneo Pompeyo Trogo fue un historiador galo-romanizado del siglo I a. C., perteneciente a la tribu de los vocontios de la Galia Narbonense. Trogo cobró renombre durante la época de Augusto y es casi contemporáneo con Livio.

Su abuelo sirvió bajo las órdenes de Cneo Pompeyo Magno en la guerra en Hispania contra Quinto Sertorio. El nombre de Pompeyo le vino al ser adoptado por Pompeyo como agradecimiento a sus servicios. Su padre sirvió a las órdenes de Julio César como secretario e intérprete.

Al parecer Trogo poseía conocimientos enciclopédicos. Siguiendo el ejemplo de Aristóteles y Teofrasto escribió libros acerca de la naturaleza, de los animales y las plantas. Parte de la gran obra de Plinio el Viejo, Naturalis Historiæ se basa en los apuntes de Trogo.

Su principal obra, llamada Historiae Philippicae (Historias Filípicas) está estructurada en cuarenta y cuatro libros, y se llama así en honor al fundador del Imperio Macedonio, Filipo II, que es el tema central de la narración. La obra habla de las partes del mundo que fueron conquistadas por Alejandro Magno y sus sucesores. Trogo comienza su trabajo hablando del legendario Nino, fundador de Nínive y termina en 9. Justino escribió el epítome del trabajo perdido de Trogo y una serie de resúmenes de sus libros. El último relato recogido por Justino habla de la recuperación de las águilas perdidas frente a los partos (20 a. C.). La etnografía y geofrafía características de la obra del historiador, confirieron a la misma una injustificada reputación como obra universal, a pesar de que nunca fue tal la intención de Trogo.

Trogo no menciona la historia de Roma hasta que la República entró en contacto con Antigua Grecia y Oriente. Los escritos del historiador están basados en los trabajos de diversos historiadores griegos de la Antigüedad, como Teopompo, Éforo, Timeo o Polibio. Es probable que Trogo no reuniera la información procedente de estos historiadores por sí mismo, sino que ya ésta había sido compilada en un libro por algunos griegos (probablemente Timagenes de Alejandría).

Su idea de como redactar la historia es más cerrada y menos retórica que la de Salustio y Livio, a los que acusa de poner en boca de los personajes de sus historias discursos que ellos mismos habían escrito. Su gran obra se perdió y sólo Justino poseyó parte de ella que cita en su epítome. Parte de la misma ha sido citada por historiadores como Flavio Vopisco, Jerónimo de Estridón y Agustín de Hipona. A pesar de estar en su mayoría perdida, la obra se considera como una autoridad en la historia antigua de Oriente.

Trogo trambién es autor de los llamados Prólogos, un sumario redactado con posterioridad a las Historiae.

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